Uso e Impacto de las Tics en Educación
El nuevo escenario al que se enfrenta la
educación, en el cual la relación entre educación y desarrollo se hace más notoria
enfrenta a los docentes a nuevas
exigencias y demandas sociales. Se universaliza el discurso de que el profesor
es el protagonista principal del cambio educativo que se busca. Si a esto le agregamos que el imaginario de las nuevas
tecnologías genera, un mundo de
expectativas y que los gestores de estas experiencias las lideran con alto afán
de logro, los profesores ven en estas experiencias destinadas a formarlos y/o a
capacitarlos la puerta de entrada al nuevo protagonismo que la sociedad les
demanda.
La introducción de las TIC en el ámbito educativo presenta nuevos
interrogantes en el área de las estrategias para el proceso de
enseñanza-aprendizaje y, en la configuración de nuevos espacios de formación y capacitación
permanente. Esto lleva a un punto, que debemos revisar el quehacer educativo
como consecuencia de las TIC y de la
sociedad del conocimiento que las crea. Un elemento importante es la práctica
pedagógica tendiente a generar espacios para producir conocimiento a través de
diversos métodos; es decir, es la práctica pedagógica el elemento decisivo para
hacer de los nuevos modelos y del uso de las nuevas tecnologías propuestas
innovadoras para el aprendizaje, innovaciones educativas además de
tecnológicas.
Los proyectos que contemplan la innovación,
como parte de los procesos formativos, introducen a los docentes en las
prácticas que se requieren para la educación en su conjunto. Por otra parte
ayudan a centrar en los docentes-estudiantes sus propios procesos formativos,
promueven la autonomía y la autoestima. De este modo, los programas formativos
y de capacitación deben contemplar actividades en que el sujeto en formación
sea el productor, a su escala, de sus propios materiales. De igual modo, la
puesta en público de esas innovaciones se constituye en una importante fuente
de motivación y de valoración social de su quehacer.
Es necesario que las personas y las instituciones cuenten con mecanismos
de adaptación al cambio, centrándose en tres aspectos: El Curriculum, La
Calidad y el Desarrollo de Competencias.
Por consiguiente, las nuevas
tecnologías conducen a importantes cambios estructurales en la dirección y
organización de la enseñanza, donde la institución educativa debe impulsar la
generación de ambientes de aprendizajes interactivos y colaborativos, dentro de
un proceso activo de construcción del conocimiento y el desarrollo de
habilidades.
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